miércoles, 27 de julio de 2011

SUGERENCIAS PRÁCTICAS PARA CRISTIANOS (cuando se congregan para reuniones de la asamblea)

"Dios ha de ser temido grandemente en la asamblea de los santos,
y debe ser tenido en reverencia por todos cuantos están a su alrededor."
Salmo 89:7  (Biblia Webster en Inglés)


La sana doctrina tiene un lugar importante en la vida de la iglesia del Dios viviente. Yo la considero, y considero la obediencia a ella, como fundamental para el feliz testimonio de la asamblea. Hay también una necesidad pastoral de declarar en términos sencillos algunos consejos prácticos acerca de cómo poner la verdad del Nuevo Testamento en práctica. A menudo encuentro una serie de patrones de comportamiento y actitudes que muestran que se ha pensado muy poco en la importancia y dignidad del privilegio de reunirse en asamblea al nombre del Señor. Un cliente entró recientemente en mi librería y me pidió que le fotocopiara un formulario para optar a un empleo en la Casa Real en el Palacio de Buckingham. La persona estaba tan orgullosa por el solo hecho de haber obtenido el formulario. Pero nosotros ya somos miembros de la familia de Dios y hay una conducta que nos es adecuada (1 Timoteo 3:15). [1]

[1] "… para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad."

Lo que sigue a continuación son algunas sugerencias prácticas que nos ayudaran a centrarnos en nuestro propósito y no el uno en el otro.

1. Tenga su corazón y mente preparados con pensamientos espirituales antes de que usted llegue a la reunión. Lea algunos himnos apropiados, lea un pasaje relevante de la Escritura, medite y ore antes de la reunión, sea ella para orar, adorar o de edificación.

2. Lo que usted vista incidirá en la atmósfera de la reunión. Usted se está encontrando con Dios. Usted adorará al Padre, estará en la presencia del Señor Jesús y será conducido por el Espíritu Santo. No use ropa de lujo para atraer la atención sobre usted mismo. Evite vistámonos con sencillez pero con decoro, evite el otro extremo de vestirse como si estuviese de camino a una fiesta playera o a trabajar en su jardín. Recuerde que usted no está allí para impresionar a los hombres, sino para honrar a Dios. Es cierto que no existe uniforme de cristiano pero si criterio espiritual en el hijo de Dios.
         3. Llegue a tiempo para la reunión: si de alguna manera es posible, tome su lugar en el salón de reunión algunos minutos antes de la hora de inicio indicada. Esto le dará unos pocos momentos para reflexionar acerca de su propósito para venir a la reunión.

4. Mientras espera que comience la reunión, un breve saludo a un amigo o a un extraño puede ser apropiado, pero evite entrar en una larga conversación acerca de asuntos no relacionados a la razón que usted tiene para reunirse.

5. No ocupe los asientos de atrás del salón de reunión - otros pueden estar en camino a la reunión y se han retrasado por alguna razón práctica. Quizás su hijo tuvo un incidente menor o el transporte se ha retrasado o un desconocido ha tenido cierta dificultad en encontrar el lugar de reunión. Deje que aquellos que participan y aportan en las reuniones se sienten adelante donde todos los oirán.

         6. Si usted llega tarde, entonces sería cortés entrar lo más silenciosamente posible e ir silenciosamente al asiento más cercano - sus hermanos ya han centrado su atención sobre cosas espirituales y esto puede ser perturbado fácilmente. Usted no deseará llamar la atención sobre sí mismo ni perturbar a los amigos en sus meditaciones.

7. Si usted ha llegado tarde no pida inmediatamente el himno que estaba pensando mientras venía a la reunión - puede que ya haya sido pedido, o puede estar en desacuerdo con lo que el Espíritu ya ha indicado. Una aportación carnal estropeará la reunión. Tome asiento silenciosamente y espere discernir cuál es el tema y asunto de la reunión antes de que usted tome parte.

8. Para las reuniones abiertas de la asamblea, sea para recordación, adoración, oración o ministerio son Para conducir al pueblo de Dios a su presencia, es importante que usted esté en comunión con el Señor y que sea justo y puro en su vida diaria. Sea guiado por el Espíritu y use su mente renovada cuando usted aporte.

9. Venga con su mente preparada para dar al Señor Su porción de parte de Su pueblo. Venga con asuntos sobre los cuales usted ha meditado. Es bueno leer una breve porción adecuada de la Palabra que elevará los corazones de los santos. La elección cuidadosa del himno correcto elevará el fluir de la alabanza. Pero recuerde que en la Cena del Señor, al leer la Palabra, nosotros estamos allí para ministrar a Dios y no a los hermanos, y cuando usted pide un himno conveniente, usted está utilizando las palabras de otro, es decir, de aquel que las escribió para ser cantadas. [2] Pero en una expresión de alabanza o acción de gracias al Señor, usted está utilizando sus propias palabras - utilizando lo que usted ha apreciado en comunión con Dios. [3]

[2] "¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?" (Juan 18:34).
[3] "Rebosa mi corazón palabra buena; dirijo al rey mi canto; mi lengua es pluma de escribiente muy ligero." (Salmo 45:1).

10. Así como es bueno comenzar a la hora - será bueno tener en mente que una reunión no tiene por qué ser prolongada indebidamente. Puede finalizar, también, a una hora prudente. Puede ser que los niños, las personas ancianas o impedidas físicamente no sean capaces de soportar reuniones extra largas. En muchos lugares una hora o una hora y media son habitualmente suficientes para ocuparse de los deberes de realizar una reunión.

11. Los hermanos tienen un deber delante del Señor de conducir las reuniones públicas de la asamblea. El silencio no es, en sí mismo, una cosa mala: puede haber silencio debido a que todos tienen un sentido de la presencia de Dios. El Señor está en el medio y esto trae un constreñimiento sobre los espíritus de todos. Otra razón para el silencio es que los hermanos no tienen nada que decir. Si los hermanos son reticentes a aportar a la reunión por esta razón, que las hermanas oren más. El silente servicio sacerdotal de las hermanas será aceptable al Señor y se cumplirá el propósito de la reunión.

12. Recuerden el carácter de la reunión - contribuyan apropiadamente:
·         El partimiento del pan es para recordación del Señor y adoración, no para orar por los enfermos o ausentes, ni tampoco para pedidos, venimos a Darnos al Señor, ya tendremos oportunidad para las otras cosas.
·      El tiempo de oración bien puede incluir un elemento elevador de alabanza pero venga usted ejercitado y preparado con algún conocimiento de las necesidades actuales que tienen que ver con los intereses del Señor. Un ejemplo tomado de la iglesia temprana está en Hechos 5.12 donde leemos que la iglesia hizo oración específica en la presencia de Dios con continuidad diligente.
·         Venga a la reunión de edificación ejercitado y contribuya con oracion y cantando alegres al Señor. Si usted está dotado para ministrar, prepárese con oración y espiritualmente para servir. Si hay hermanos de visita que son conocidos por su don, estará bien esperar en caso de que el Señor los haya enviado a ministrar a los santos con algún mensaje especial.

13. Los niños, en cualquier asamblea, son un adorno si la conducta de ellos es buena. Obviamente donde hay ovejas nosotros esperamos que hayan corderos, y donde hay corderos nosotros esperamos balidos - pero jamás se debe permitir que esto domine los procedimientos. Quizás un chupete pequeño, suave, silencioso se le podría permitir al infante, pero ¡no ciertamente una caja entera de juguetes! Nosotros no deberíamos decir jamás a la mente joven, «esta reunión y estas cosas no son para ti». En la medida que el joven crece en entendimiento, estimúlelo a participar en las reuniones con sus oídos y ojos. Su capacidad de concentración puede decaer en los períodos de silencio o durante sermones extendidos, pero cuando se pida un himno deje que ellos también canten. Y cuando se pronuncia una oración se les podría distraer de sus pensamientos personales para compartir en la adoración. A medida que crecen, ellos deben tener un cuaderno donde anotar himnos pedidos y pasajes leídos. Estas anotaciones serán, a su debido tiempo, elementos útiles de referencia y el niño, o la niña, aprenderá, después de su verdadera conversión, su lugar en la asamblea.

14. La colecta de dinero y recursos ha de ser un acontecimiento recurrente. En 1 Corintios 16, el pueblo del Señor tenía que poner aparte un monto conforme a lo que el Señor los había prosperado. [4] Al igual que en otra parte en el Nuevo Testamento, la ayuda mutua, o el compartir nuestros recursos, incumbe al pueblo de Dios. Los emprendimientos Cristianos deben ser mantenidos por Cristianos. Esto incluye la obra Misionera y el cuidado de los pobres, así como también las responsabilidades locales. El descuido de la responsabilidad semanal conducirá a la sequedad y a una posterior flaqueza de espíritu y a retornos disminuidos. Una generosidad feliz debería ser la marca de los santos y, a su tiempo, producirá fruto tanto aquí como en la eternidad. No espere hasta que la reunión haya comenzado para sacar su aporte para ponerlo en la caja o bolsa de la colecta, sino piense de qué manera el Señor le ha bendecido y le ha dado conforme a las riquezas que Su gracia le ha concedido. Prepare y planee su donación. Si hay hijos Cristianos, los padres deberían enseñarles también la generosidad.  

[4] "Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas." (1 Corintios 16:2).     

         15. Además, si usted sabe que un obrero en la viña del Señor está por llegar a la reunión          y usted desea encaminarlo proveyendo para su viaje, como es digno de Dios (3 Juan 6, 7,         8), no espere hasta que él haya llegado y escarbe su bolsillo por si encuentra una          pequeña moneda para darle a él o a ella. Más bien ponga aparte la suma de antemano          conforme al mandato del apóstol, "para que cuando yo vaya, no haya que hacer entonces         las colectas" (1 Corintios 16:2 - VM) de modo que todo sea decente y ordenado en          nuestra administración.
        
16. Los desconocidos en las reuniones necesitan especial atención y deben ser alentados y bienvenidos - alguna evaluación del estado espiritual de ellos ayudará para la mejor aplicación del cuidado y ayuda pastoral cuando sean necesarios. Si usted ve que una persona desconocida entra al salón de reunión, pregunte después su nombre y dónde vive. No deje esta tarea a los demás. Aquí está su oportunidad para mostrar hospitalidad (3 Juan 5). La hospitalidad es un deber ineludible del pueblo de Dios. De nada sirve orar por el bienestar espiritual de las almas si usted no considera también sus necesidades temporales. [5] Nunca caiga en la costumbre de evitar el maravilloso servicio de la hospitalidad doméstica. [6] Dios lo aprueba y respalda a aquel que está habituado a tal gentileza como un verdadero pastor de Su pueblo.

[5] "y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?" (Santiago 2:16).
[6] La siguiente selección de versículos es un testimonio adecuado de esto: "contribuyendo para las necesidades de los santos, practicando la hospitalidad." (Romanos 12:13 - BTX); "Es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar." (1 Timoteo 3:2); "sino hospitalario, amante de lo bueno, prudente, justo, santo, dueño de sí mismo." (Tito 1:8 - BTX); "Sed hospitalarios los unos para con los otros, sin murmuración." (1 Pedro 4:9 - BTX).  

17. Si usted se ve legítimamente impedido de asistir a las reuniones, muestre a sus amigos su preocupación por ellos. Llámelos por teléfono y averigüe cómo se desarrolló la reunión y cómo están ellos. Si uno se ausenta y no hay explicación, averigüe y vaya a visitar a aquellos que están enfermos o en necesidad de un refrigerio (alivio o consuelo en cualquier apuro, incomodidad o pena) o de alguna clase de ayuda. Diga a sus hermanos que ellos pueden orar por usted mientras va a ver al ausente.

18. Hay muchos otros problemas prácticos que surgen en la vida de asamblea además de los expuestos aquí. Pero finalmente, "Hágase todo para edificación." (1 Corintios 14:26).

E. N. Cross

Traducido del Inglés por: B.R.C.O. - Octubre 2010.-